
El Baño de Ninfa
ALMUDENA REBUELTA DOMECQ
El baño de una ninfa – Casa Decor
Un espacio de ensoñación donde la luz despierta la sensualidad del agua
En el universo de Casa Decor, cada proyecto es una declaración de estilo, de narrativa y de atrevimiento conceptual. En “El baño de una ninfa”, de la diseñadora Esther Sánchez Laso, nos adentramos en un mundo mitológico, femenino y profundamente sensorial. Un santuario de intimidad y delicadeza que recupera lo ritual, lo poético y lo orgánico. Y en el centro de todo ello, la luz como lenguaje silencioso que embellece, guía y emociona.
Desde Oliva Iluminación asumimos el reto de iluminar este espacio con un objetivo claro: respetar la atmósfera onírica del concepto sin romper su misterio. Crear una escenografía lumínica que no revelara del todo, sino que sugiriera, insinuara y envolviera, como lo haría la niebla de un bosque encantado o el reflejo del agua bajo la luna.
Una coreografía de luz y agua
Para lograrlo, diseñamos un sistema de iluminación a distintas alturas y niveles de intensidad, combinando luz directa, indirecta y retroiluminación. La elección de temperaturas cálidas, los juegos de sombras suaves y los reflejos en los revestimientos dorados y nacarados construyen una atmósfera que invita al silencio, a la contemplación, al descanso.
La luz acaricia los contornos, acentúa los volúmenes y acompaña los elementos escultóricos sin dominarlos. Porque en este espacio, todo parece moverse al ritmo de una respiración suave, de un susurro mitológico que conecta con lo más íntimo.
Iluminar la feminidad y lo etéreo
“El baño de una ninfa” no es solo un proyecto decorativo. Es una propuesta emocional que celebra la conexión con el cuerpo, con la naturaleza y con la belleza de lo invisible. Desde Oliva Iluminación lo entendimos como un espacio que pedía respeto, elegancia y sensibilidad técnica. Cada luminaria fue integrada con precisión para no romper la armonía visual y, al mismo tiempo, potenciar el aura mágica del conjunto.
La luz como emoción líquida
Para nosotros, este proyecto reafirma una idea central: la luz no es un añadido al diseño, es una experiencia en sí misma. Y cuando se aplica con criterio artístico, con sensibilidad y con tecnología de vanguardia, puede elevar cualquier espacio hasta lo simbólico.
En “El baño de una ninfa”, la luz no solo ilumina. Susurra. Protege. Encanta.





