Una propuesta escénica donde la luz convierte lo cotidiano en arte

En el marco de Casa Decor, la creatividad no conoce límites. Y es precisamente en ese contexto de libertad conceptual donde surge uno de nuestros proyectos más sugerentes: los Baños Públicos Manhattan, diseñados por Patricia Bustos Studio y ejecutados en colaboración con Oliva Iluminación.

Un espacio que redefine la experiencia de un baño público como una inmersión sensorial, un viaje a un universo paralelo donde arte, tecnología y bienestar se funden en una sola idea: hacer de lo ordinario algo extraordinario.

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Un Manhattan onírico… y lumínico

Inspirado en el skyline neoyorquino, el diseño nos transporta a una ciudad de geometrías imposibles, neones y texturas que juegan entre lo retrofuturista y lo emocional. Nuestra misión fue clara: crear un proyecto lumínico que reforzara el impacto visual sin perder la armonía, y que hiciera de la luz no solo un acompañamiento, sino una protagonista silenciosa del espacio.

Jugamos con líneas de luz integradas, efectos de retroiluminación y acentos que modelan el volumen arquitectónico, generando profundidad, ritmo y contraste. Cada zona del baño está pensada para ofrecer una experiencia distinta: desde la sorpresa inicial hasta la intimidad final. Todo, perfectamente coreografiado con luz.

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Iluminar el diseño. Potenciar el impacto.

La colaboración con Patricia Bustos nos permitió trabajar con total libertad creativa y una sensibilidad estética compartida. El resultado es un baño que deja de ser un espacio de paso para convertirse en una experiencia visual y emocional.

Un lugar donde el usuario no solo se refleja en el espejo, sino también en una atmósfera lumínica que despierta emociones, sorprende y transforma la percepción del entorno.

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Casa Decor como laboratorio de innovación lumínica

En Oliva Iluminación, entendemos Casa Decor como un escenario de exploración, donde los límites entre arte, arquitectura e iluminación se diluyen. Este proyecto reafirma nuestra visión: la luz no es solo una herramienta funcional, es un lenguaje creativo.

Y en los Baños Públicos Manhattan, ese lenguaje brilla en neón, refleja audacia y redefine lo que puede ser la luz en un espacio íntimo, urbano y absolutamente contemporáneo.

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